He
desperdiciado, por falta de tiempo, numerosas excusas para escribir
una entrada: las elecciones andaluzas y asturianas, la huelga
general, los Presupuestos Generales del Estado...pero de ese poso de
temas nunca culminados ha quedado una sensación creciente de
Apocalipsis, de que se acerca un final inminente. De que nos
encontramos en una de esas trampas, recurrentes de los laberintos, en
las que todas las paredes se acercan. Los mayas, vaticinaron que el
mundo se acabaría en 2012 y parece que todos nos hubiéramos puesto
de acuerdo en que eso sucediera, o hubiéramos acordado nunca estarlo
y propiciar su final.
La
huelga general se convirtió en realidad en un debate sobre los
piquetes y la violencia en Barcelona. En Madrid transcurrió sin
incidentes y, de hecho, las calles cortadas me permitieron ver la
estatua de Cibeles de cerca, pero no resaltaría nada más de una
jornada en la que Gobierno y sindicatos barrían para casa sin
disimulo alguno. Los rumores sobre el encendido del alumbrado durante
el día en algunas ciudades para "manipular" el descenso
del consumo eléctrico (indicador del seguimiento de la huelga) nos
acercan más al pícaro Lázaro de Tormes, que a la transparencia que
tanto se pretende hoy en día.
Sobre
los Presupuestos Generales del Estado parece que todos tienen algo
que decir y poco que aportar. Yo solo sigo esperando que nuestro
presidente electo reconozca su responsabilidad. No critico sus
medidas, ni las defiendo; sólo reclamo que deje de atribuir todo lo
que se decide a la herencia del PSOE, o a las imposiciones de
Bruselas. Digo yo que alguna iniciativa partirá de él mismo.
Y
para iniciativas la Iniciativa Ciudadana Europea, por la que
cualquier europeo puede promover legislación en los ámbitos que
sean competencia de la Comisión. Pretende construir un espacio de
democracia y acercar las instituciones al ciudadano. Pues he aquí mi
iniciativa: señores de la Comisión Europea, hagan lo posible para
que no se acabe el mundo. A ver si ustedes se aclaran un poco más,
porque es evidente que en España andamos un poco perdidos.
Solo me queda constituir una comisión de siete personas y conseguir un millón de firmas de europeos de, al menos, siete estados. Pero bueno, estarán de acuerdo que de utopías también se vive.
SUBLIME.
ResponderEliminarTe has ganado una nueva seguidora :)
S.