Escudadas
en el anonimato, cada día llegan postales decoradas al buzón de
Frank Warren. Este estadounidense fue elegido la cuarta persona más
influyente de Internet en 2009 por la revista Forbes. Con la
velocidad vertiginosa con la que se desarrolla la red, su mérito
acaso se nos antoje efímero y algo del pasado; en cambio la idea que
plantea lleva mucho tiempo atormentando al ser humano y sigue
peligrosamente vigente. Una información que tiende a desvelarse y
que la gente tiene interés en conocer, o una obsesión de la que
desesperadamente desean liberarse. Algo peligrosamente cerca del
suicidio y que baila con la vergüenza. La web 'Postsecret' se basa
en un concepto muy simple: pedir que la gente mande un secreto de
forma anónima en una postal decorada.
Cada
domingo Frank publica entre 10 y 20 nuevos secretos en su web. Otras
postales las utiliza para sus libros, conferencias y exposiciones.
Precisamente en una de sus conferencias, en el II
Congreso de Mentes Brillantes celebrado en Madrid el
pasado Octubre nos desvelaba cuáles eran los temas sobre los que más
escribía la gente y como llegaba a emocionarse y estremecerse
pensando en las historias que había detrás de unas pocas letras y
un papel. La esperanza de encontrar a alguien a quien contarle sus
secretos, haber sido violada, haber sufrido acoso escolar, divertidas
manías inconfesables, fantasías eróticas, intenciones de suicidio,
confesiones sobre la orientación sexual, frustaciones, mentiras,
odios políticamente incorrectos, amores imposibles, traumas
familiares, fobias, sueños etc. son los temas estrella del actual
abanico de preocupaciones humanas.
Pero
la iniciativa no se ha quedado ahí. Una aplicación para iphone y
una fundación: "International Suicide Prevention"-que creó
ante la cantidad de postales que trataban el tema del suicidio o en
las que el anónimo remitente anunciaba la intención de acabar con
su existencia- desarrollan el proyecto hasta lo tangible de la vida.
Y tan material ha sido que algunos hombres han llegado a pedir
matrimonio a sus novias a través de la web.
Una
plataforma que permite a las personas compartir una información que,
probablemente, en otra situación no podrían compartir con nadie.
Las postales y confesiones afortunadamente se alejan del mal gusto y
el morbo de webs como '¡Asco de vida!'. Aunque, como cualquier herramienta, es un arma de doble filo.
Y es que todo se puede compartir y comentar. En algún caso ha habido
polémica por los comentarios dedicados a alguna de las postales. Lo que es seguro es que Frank Warren ha creado todo un negocio con algo tan psicológicamente básico como es la revelación de información sensible. -"¿A quién le importa mi vida?"- pienso cuando me planteo si yo mandaría alguna postal. Pero el maravilloso y verdadero secreto es que no es mi vida, tu vida, su vida; o la de él o ella en concreto. Es el fin voluntario y anónimo de la privacidad de fulanito, un fulanito al que nadie conoce y que sigue manteniendo su secreto intacto para su círculo social. Porque lo que es y no aparece...sigue siendo secreto.